Te invitamos a proteger tu vida, a preservar esos logros que tanta satisfacción te producen, a prevenir situaciones que puedan amenazar tu estabilidad familiar, a potenciar esas habilidades que te hacen único; a estar atento a esas actividades que te producen bienestar y a curar esos pensamientos y actitudes que no te dejan avanzar.

ARL SURA contigo, con tu cuidado, con tu protección.

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Cultura del cuidado es...

Desarrolla los mejores “ojos de águila”

Entiende y selecciona tu bienestar y calidad de vida a través de las imágenes.

Ejemplo 1: a la hora de pensar, ordenar o seleccionar los alimentos que vas a comer, asegúrate de que tu plato contenga variedad de colores. Una ensalada con verdes, rojos, amarillos, naranjas… le dará más vida a tus platos.

Ejemplo 2: en el momento de revisar los equipos de protección personal o medidas de seguridad, observa que estén en buen estado y cumplan con las normas de Ley. Un casco rayado, un arnés al que se le han adaptado pinzas, una baranda de seguridad floja… te están enviando señales visuales que debes atender.

Ejemplo 3: al analizar los caminos, estrategias, pasos o técnicas para desarrollar tus actividades, imagínate cumpliendo esas funciones y piensa si “te estás saltando pasos para salir más rápido”, “te parece normal sufrir lesiones, pues lo importante es cumplir”, “crees que con una herramienta se pueden desarrollar múltiples funciones”… o si por el contrario, todos los aspectos redundan en tu beneficio, el de los compañeros, el del proyecto o labor y el de la empresa.

Para desarrollar tu agudeza visual, te recomendamos ejercicios como mirar durante 2 minutos el desempeño de tus compañeros, cerrar los ojos y tratar de recordar el mayor número de condiciones seguras e inseguras que identificaste.

Atento para tener los “oídos de la lechuza”

Aprovecha las ventajas de la audición para estar atento a esas actividades o condiciones que te producen bienestar y calidad de vida.

Ejemplo 1: escucha con atención las recomendaciones de los expertos en culinaria sobre cómo combinar frutas y verduras para obtener platos que además de saludables, serán deliciosos para el paladar.

Ejemplo 2: pídeles a los expertos en riesgos laborales de tu empresa o a los asesores de ARL SURA que te expliquen cómo diferenciar entre un equipo de protección personal en buen estado y otro que haya perdido su estándar de seguridad. Recuerda, la clave está en escuchar y comprender.

Ejemplo 3: realiza el ejercicio de escuchar y analizar las expresiones que usas con mayor frecuencia, con el objetivo de encontrar posibles ideas que pueden estar afectando tus comportamientos seguros; “siempre lo he hecho así y nunca me ha pasado nada”, “para un segundo que dura esta labor, no se justifica ponerse el equipo de seguridad”, “el día que a uno le toque, ese día se muere”…

Para desarrollar tu agudeza auditiva, te recomendamos ejercicios como sentarte en tu puesto de trabajo, cerrar los ojos y tratar de percibir sonidos que te puedan estar indicando alertas de que algo no está funcionando bien o requiere reparación, por ejemplo, el chirrido de una puerta.

Saca y protege tus mejores habilidades kinestésicas

Incorpora a tu día a día la capacidad de aprender a cuidarte y a protegerte haciendo, sintiendo, tocando.

Ejemplo 1: no dejes que los demás sean los que hablen de los beneficios de consumir frutas y verduras, compruébalos por ti mismo, dale gusto a tu paladar con sus deliciosos sabores, ahh y, por supuesto, aprende a preparar exquisitas y novedosas recetas para que sorprendas a tus familiares y amigos.

Ejemplo 2: solicítales a los departamentos de salud laboral y riesgos laborales de tu empresa que te ofrezcan capacitaciones de seguridad que incluyan tanto espacios teóricos como prácticos. Ten presente que solo puedes pasar a desempeñar tus funciones, cuando hayas aprobado satisfactoriamente las capacitaciones y entrenamientos.

Ejemplo 3: date la oportunidad de comprobar los beneficios físicos y mentales de realizar tu trabajo con todas las normas de seguridad que tanto te han explicado los expertos en riesgos laborales. Seguro será muy distinta la sensación de tranquilidad con la que regreses a casa el día que hayas cumplido con todos los protocolos, a cuando te saltas las normas.

Para desarrollar tu capacidad kinestésica, te recomendamos ejercicios como recordar el momento más feliz o el más triste que hayas vivido en la empresa y tratar de percibir las diferentes sensaciones que te produce en cada parte del cuerpo.