De los síntomas osteomusculares en los trabajadores del sector floricultor.

Por:
Mónica Urazán Patiño - Médico Laboral Suratep


Si bien es cierto que las actividades ejecutadas por los operarios de las áreas de cultivo y postcosecha de las fincas floricultoras tienen altos requerimientos de frecuencia y moderado uso de fuerza de los diferentes segmentos de los miembros superiores, tan bien es cierto que existen algunas medidas de fácil implementación que pueden ser útiles para controlar y/o disminuir los síntomas de fatiga y futuras lesiones por trauma acumulativo. A continuación nos referimos a algunas de ellas:

Indudablemente la experticia y la técnica que cada uno de los trabajadores adquiere durante la ejecución de sus tareas garantiza que desarrolle una capacidad física que le permite dar cumplimiento a los promedios de producción requeridos. Si se realiza un análisis de los rendimientos, se evidencia una progresión en la medida que la persona adquiere mayor experiencia, pero así mismo en las etapas finales de la jornada, semana y vida laboral, la fatiga produce que estos picos de alta producción finalmente caigan a causa del desgaste físico de las estructuras musculares, tendinosas y óseas.

Capacitar a trabajadores para diferentes tareas una buena alternativa

La capacitación de los trabajadores en la ejecución de diferentes tareas, incluso en diferentes áreas representa un esfuerzo adicional en los tiempos de inducción y logro de la experticia que ya mencionamos, pero a largo plazo redunda en beneficios para la productividad del trabajador, quien al ejecutar tareas variadas (dentro de la jornada o la semana laboral) permite que los diferentes grupos musculares sean ejercitados y se alterne la exigencia de cada segmento sin llegar a concentrar toda la carga física en una sola zona de la extremidad.

Incluso se conocen experiencias exitosas en la reeducación para el cambio de dominancia, es decir, incentivar para que los trabajadores alternen la realización de sus tareas con su extremidad no dominante. Reiteramos que en las primeras fases, mientras se crea el hábito la productividad puede ser menor a la meta esperada, pero a largo plazo se demostrarían los beneficios.

La importancia del Autocuidado y realización de pausas activas

El conocimiento de los signos iniciales de fatiga por parte de los trabajadores con el fin de lograr que el autocuidado se convierta en una responsabilidad personal, permite que se realicen los ejercicios o pausas con estiramientos según necesidad individual, sin afectar la producción con periodos programados de interrupción.

No se trata de eliminar las pausas activas que generalmente y en fases iniciales, se realizan de manera grupal; mas bien se trata de crear conciencia individual sobre la responsabilidad de optimizar los momentos en que se suspende la labor (desplazamientos, horas de tomar los alimentos etc) y detener la actividad en el momento de sentir los síntomas de fatiga dedicando al menos 5 minutos para ejecutar los ejercicios que obviamente deben ser indicados por personal debidamente capacitado en el tema.

Utilización de ayudas para elevar la altura

La utilización de ayudas que permitan al trabajador acercar su plano horizontal de trabajo a su centro de gravedad son siempre válidas. Por ejemplo el uso de zancos, burros (banca con escalones portátil) y otro tipo de ayudas para elevar la altura de los trabajadores, (aunque aún cuentan con problemas de diseño), garantizan un mayor tiempo de efectividad en la ejecución de la labor, ya que disminuyen la resistencia que ofrece el mismo peso de las extremidades superiores contra la gravedad.

No se puede olvidar el mantenimiento de herramientas

El mantenimiento preventivo de las herramientas de corte es una de las claves en el éxito al momento de prevenir lesiones por trauma acumulativo. En la medida en que la herramienta requiera de una menor aplicación de fuerza o repetitividad, se optimizará cada uno de los movimientos que ejecute el trabajador.

Cada trabajador tiene características específicas

Tener en cuenta las condiciones y características de los trabajadores al momento de asignarles la labor, convierte a los exámenes de pre empleo y periódicos en una pieza clave para la prevención de futuras enfermedades profesionales. La complexión física, peso y talla, flexibilidad y antecedentes de historia clínica, determinarán para qué área y tarea es apto cada trabajador.

Las estadísticas relacionadas con los problemas osteomusculares en el sector floricultor nos obligan a ser proactivos, y sobretodo creativos al momento de encontrar alternativas para minimizar la aparición de estas patologías y cumplir con nuestro deber de garantizar y mantener el estado de salud de nuestros trabajadores.