El  riesgo  biológico  ocupacional  se  puede  definir  como  aquel  que  surge  de  la exposición  laboral  a  micro  y  macroorganismos  que  puedan  causar  daños  al trabajador. Estos en general pueden ser transmitidos a través del aire, de la sangre y de los fluidos corporales.

Por 
Fernando Ramírez Álvarez
Jefe División  Medicina Laboral   ARL SURA S.A.

Camilo Alberto Ospina Saldarriaga
Jefe de Innovación y Desarrollo

En  el  ámbito  de  las  instituciones  de  salud  es  uno  de  los  factores  de  riesgo  que genera mayorriesgo01.jpg número de accidentes  y asociado a éste se pueden presentar como secuelas las enfermedades generadas por los microorganismos que originaron dicho evento.  Siendo  los  profesionales  más  expuestos  el  personal  sanitario, médicos, enfermeras, personal de apoyo que  presta asistencia directa a  los enfermos, el personal de  laboratorio  que  procesa muestras contaminadas o posiblemente contaminadas, el personal que trabaja con animales o con  derivados  de  éstos  y  el  personal  de  aseo  o  también  llamado  de  servicios generales de las instituciones de salud.

En la actualidad, entre  las enfermedades  infecciosas a  las que están expuestos los profesionales sanitarios, destacan la Hepatitis B, Hepatitis  C,  Hepatitis  Delta  y  el  SIDA,  sin  olvidar  otros  virus  y  enfermedades producidas por otros microorganismos como tétanos, TBC, legionelosis, fiebre Q, rubéola.

La exposición al riesgo biológico se manifiesta de forma directa o indirecta.  La forma directa  se  origina  cuando  el  personal  de  laboratorio  manipula  directamente  los microorganismos  a  través  de  las  técnicas  o procedimientos  establecidos,  resultado  de  esta  interacción  se  libera  al medio  ambiente  del  laboratorio  y  de  la  comunidad cierta cantidad de éstos ya sea, bien por la ejecución de tales procedimientos o por la ocurrencia de algún accidente para el caso del laboratorio, o bien por la evacuación de desechos contaminados tratados inadecuadamente para el caso de la comunidad.

La mayoría del personal hospitalario tiene una exposición indirecta pues se deriva de la atención de la fuente contaminante que puede ser un ser vivo o muerto o por las secreciones emanadas por ellos o un elemento que fue utilizado para su atención o manipulación. 


La clasificación de la peligrosidad de los microorganismos actualmente responde a la dada por la OMS y comprende 4 grupos de riesgo con orden ascendente atendiendo los siguientes criterios: 

La  patogenicidad: es  la  capacidad  de  un  microorganismo  para  producir  una  enfermedad.

La  transmisibilidad
:  que  es  la  habilidad  de  moverse  desde  el  sitio  donde  son liberados hasta la vía de infección de una persona. (Contacto directo, indirecto o por transmisión por gotas al toser, estornudar, hablar; se puede dar por vía aérea, por un vehículo común o por un vector)

La infectividad: que es la habilidad para penetrar las barreras defensivas naturales o inducidas del individuo. Esta depende de muchos factores destacándose el sistema inmune de cada individuo.

La virulencia: que es la capacidad para ocasionar enfermedad, por lo tanto a mayor virulencia más grave será la enfermedad.

Adicionalmente, un  incremento  en  la  concentración  o  el  volumen  del  material  infeccioso  que  se  manipula va a tener un efecto directo sobre el incremento de la probabilidad de que ocurra un evento no deseado y, por tanto, el riesgo se incrementa. 

Basado  en  los  criterios anteriormente  expuestos  y  las experiencias acumuladas  en otros países, la OMS propuso un sistema de clasificación dividido en cuatro grupos (OMS 1994).

Grupo de riesgo 1:  Microorganismos  con  escaso  riesgo  individual  y  comunitario  que  tienen  pocas probabilidades de provocar enfermedades en humanos o en animales.

Grupo de Riesgo 2: Microorganismos  con  riesgo  individual  moderado  y  riesgo  comunitario  bajo,  que  pueden  provocar  enfermedades  en  humanos  o  en  animales  pero  tiene  pocas probabilidades  de  entrañar  un  riesgo  grave  en  el  personal  de  laboratorio,  la comunidad, los animales y el medio ambiente. La exposición en el laboratorio puede provocar  infección  grave,  pero  se  disponen  de  medidas  eficaces  y  el  riesgo  de propagación es limitado.

Grupo de Riesgo 3: Microorganismos con  riesgo  individual elevado y  riesgo comunitario bajo, que suelen provocar enfermedades graves en humanos o en animales pero que generalmente no se propaga de un individuo infectado a otro. Se disponen de medidas eficaces y de prevención. 

Grupo de Riesgo 4:  Microorganismos  con  elevado  riesgo  individual  y  comunitario,  que  suele    provocar enfermedades  graves  en  las  personas  o  en  los  animales  y  pueden  propagarse fácilmente  de  un  individuo  a  otro,  directa  o  indirectamente.  Generalmente  no  se disponen de medidas eficaces de tratamiento y de prevención. 

riesgo02.jpgComo  enfermedad  profesional,  en  varios  países  se  han  realizado  estudios  principalmente  apuntando  al  comportamiento  de  las  infecciones  adquiridas  en  el laboratorio,  y  las  medidas  de  seguridad  apuntaban  a  esa  población  objetivo, fundamentalmente  de  aquellos  con  una  elevada  patogenicidad,  aunque  existen informes sobre casos de infecciones con agentes de escasa patogenicidad. 
 
En Colombia, el Decreto 1543 de junio 12 de 1997 del Ministerio de Salud, expresa la obligación de las empresas del sector  salud  o  asimilables  a  trabajar  en  Bioseguridad  como  un  concepto  especial para  el  tipo  de  riesgo  que  se  maneja:  “Las  entidades  públicas  y  privadas  asistenciales  de  salud,  laboratorios, bancos de  sangre,  consultorios  y  otras  que se relacionen con el diagnóstico, investigación y atención de personas, deberán: 
 
a)  Acatar  las  recomendaciones  que  en  materia  de  medidas  universales  de Bioseguridad sean adoptadas e impartidas por el Ministerio de Salud; 
b)  Capacitar  a  todo  el  personal  vinculado  en  las  medidas  universales  de Bioseguridad; 
c) Velar por la conservación de la salud de sus trabajadores; 
d) Proporcionar a cada trabajador en forma gratuita y oportuna, elementos de barrera o  contención  para  su  protección  personal,  en  cantidad  y  calidad  acordes  con  los riesgos existentes en los lugares de trabajo, sean éstos reales o potenciales.”

En ARL SURA desde 1997 se implementó el programa de seguimiento al accidente biológico    y  en  1998  se  estructuró  un  Sistema  de  Vigilancia  Epidemiológica  para Riesgo Biológico que incluye un trabajo interdisciplinario de las áreas de Prevención de Riesgos  y Salud. Así mismo, se ha diseñado un plan de capacitación  para lograr un cambio en la actitud del trabajador y la empresa frente a la prevención del accidente laboral por  exposición  a  factor  de  riesgo  biológico.

Adicionalmente, cuenta con un  protocolo de atención en caso de accidente biológico implica la capacitación de los  médicos  de  urgencias  de  las  entidades  de  salud  afiliadas  y  de  aquellas  donde nuestra ARP cuenta con personal afiliado expuesto.

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RECOMENDACIONES

• El  trabajador debe  recibir  la  instrucción completa  y adecuada acerca de las normas internacionales de prevención cuando se tiene contacto con pacientes o con  líquidos de alto  riesgo,  instrucción que debe ser validada a  través de  talleres y  reforzada a  través de una supervisión efectiva de la actividad diaria, procurando que las conductas seguras se conviertan en parte integral de su forma de vida. 

• La  utilización  de  los  elementos  de  protección  personal  adecuados  y con  disponibilidad  permanente  de  los mismos,  es  parte  fundamental en  la  disminución  del  grado  de  riesgo  en  caso  de Accidente   biológico  y  es parte  fundamental  junto con  la capacitación e  implementación de  los protocolos de seguridad de la gestión realizada por la empresa y que le  sirve  de  defensa  en  caso  de  una  demanda  civil  por  accidente  de trabajo asociado a este factor de riesgo.

• Tener un esquema de vacunación completo y actualizado contra las enfermedades inmunoprevenibles más frecuentes: Hepatitis B, Tétanos, etc.

A continuación se citan las precauciones universales que fueron validadas por el CDC (Centers of Disease Control and Prevention) de Atlanta USA.

1-  Evitar el contacto de la piel o mucosas con la sangre y otros líquidos de precaución universal, de todos los pacientes,  no solamente de aquellos que ya tengan diagnosticada la enfermedad.
 
2-  Usar guantes para todos los procedimientos que impliquen contacto con:
•    Sangre u otros fluidos corporales, considerados líquidos de precaución universal.
•    Piel no intacta, membranas mucosas o superficies contaminadas con sangre.
 
3-   Usar mascarilla y gafas (o careta facial) para los procedimientos que generen gotas de sangre o líquidos corporales; con esta medida la exposición de las membranas de la boca, nariz y los ojos.
 
4-   Emplear delantales protectores plásticos o impermeables cuando haya posibilidad de generar salida explosiva o a presión de sangre o líquidos corporales: drenaje de abscesos, atención de heridos, partos, punción de cavidades, etc.
 
5-   Lavar las manos inmediatamente antes y después de realizar cualquier procedimiento o de tener contacto con sangre o líquidos corporales o atender cualquier paciente. Los guantes nunca son un sustitutivo del lavado de las manos dado que la calidad de los guantes es variable y no previenen los pinchazos.

6-   Disponer de los elementos necesarios para llevar a cabo una reanimación cardio- respiratoria.

7-   Poner especial atención en evitar accidentes con agujas, bisturís y cualquier elemento corto punzante; para ello se recomienda, además del cuidado, evitar todo procedimiento de reempaque de agujas, ruptura de láminas de bisturí o agujas o cualquier tipo de manipulación diferente al uso indicado. Todos los elementos deben descartarse en lo posible inmediatamente se usen, y ser descartados en recipientes de pared dura dispuestos en cada servicio para este fin.

8-  Cuando el personal de salud presente lesiones exudativas tipo dermatitis, deben evitar el contacto directo con pacientes.

9-   Definir políticas claras sobre el manejo de los desechos contaminados con fluidos de riesgo, desde el punto donde se producen hasta la disposición en el área de lavado para el material desechable o el basurero institucional. Disponer de recipientes con desinfectantes cerca de la cama del paciente para desechar los guantes, las agujas y los textiles usados en curaciones. La ropa contaminada con fluidos de riesgo deben empacarse dentro del cuarto del paciente en bolsas rojas.
 
10-  El transporte de los desechos dentro del hospital debe seguir todas las normas de bioseguridad hasta la incineración o entrega a la institución encargada de su destino final.