Colombia, en los últimos 20 años, ha experimentado un crecimiento sostenido y sin precedente de la industria carbonífera del país, lo que le ha permitido pasar de una producción de 8,9 millones de toneladas de carbón, a 49,5 millones de toneladas. Es importante resaltar que en las décadas de los años 70, 80 y 90 se incrementaron, de manera sustancial, la exploración y los estudios de factibilidad de los principales yacimientos carboníferos del país, mediante la iniciativa de capital estatal a través de sus empresas industriales y comerciales.

El esfuerzo que se hizo para desarrollar una industria moderna que utilizara, directamente, el calor y las fuentes de energía mecánica movida por vapor, está íntimamente relacionado con el origen de la extracción del carbón. Los mineros cundinamarqueses, boyacenses, vallunos y antioqueños son la verdadera historia de la minería del carbón en Colombia. Las cementeras, las termoeléctricas, las ferrerías, las salinas, los ferrocarriles exigían un combustible y ellos se lo suministraron.

El carbón es el combustible fósil más abundante del mundo, tanto que sus reservas probadas han sido definidas en más de 100 países y, con la rata actual de producción, su vida útil es superior a 200 años, en contraste con las reservas de petróleo y gas cuyas duraciones previstas son de 40 y 60 años, respectivamente, a la rata actual de producción.

Además, el carbón es el combustible más seguro de transportar y el que da la mayor garantía de suministro por sus amplias reservas, extendidas por todo el mundo, en comparación con el petróleo y gas cuyas reservas, en más del 70%, se encuentran en el Medio Oriente y en los países de la ex Unión Soviética.

Observando las principales cifras de oferta y demanda mundial de carbón, se encuentra que su producción ha crecido más del 50% en los últimos 25 años, el carbón es el segundo producto energético en importancia en el mundo después del petróleo, pues cerca del 23% de la energía primaria que se consume proviene de este recurso y es el combustible más importante en la generación de electricidad, donde participa con el 39% de su producción. En la industria metalúrgica cerca del 70% de la producción de acero depende del carbón.

Colombia es, actualmente, el cuarto exportador mundial de carbón térmico y en los últimos años participó con más del 5% de las exportaciones mundiales. Este panorama, favorable a nivel mundial, contrasta con las cifras a nivel nacional, donde el carbón, a pesar de ser el producto energético más abundante, participa apenas con el 8% del consumo de energía primaria y se ubica después del petróleo, el gas y la biomasa.

Sistema de clasificación de recursos y reservas

El sistema de clasificación permite ordenar los recursos y reservas de carbón en Colombia, según el grado de certeza de la información geológica disponible y según el grado de seguridad técnica y económica del aprovechamiento de este recurso. Por esta razón, se utilizó el Sistema de Clasificación de Recursos y Reservas de Carbón (Ecocarbón, 1995a), antes concebido justo para superar de antemano los inconvenientes que se venían presentando en la evaluación de los yacimientos de carbón.

Las diferentes clasificaciones internacionales utilizadas, con una nomenclatura tan abundante en sinonimias y homonimias y con el uso personalizado de las mismas, habían llegado a impedir que los resultados de un trabajo pudieran ser plenamente comparados con los de otros. Era claro que esta situación sólo se iba a obviar al crear una definición precisa de los términos aplicables a la realidad colombiana, a continuación  presentamos las principales definiciones:

La zona carbonífera es una superficie que abarca una o más áreas con carbón, geográficamente asimilable a uno o dos departamentos (Ecocarbón, 1995a:49). Para la posterior subdivisión de la zona en áreas, se tomó en consideración la distribución de las diferentes unidades carboníferas y la extensión y continuidad de las principales características estratigráficas y estructurales dentro de cada zona. Así: “El área carbonífera es una superficie, de significado geográfico y geológico, que comprende uno o más sectores carboníferos, donde todavía se aprecian variaciones estratigráficas laterales y verticales y donde los rasgos tectónicos indican estructuras individuales, cada una de varias decenas de kilómetros de largo por varios kilómetros de ancho”. Ejemplos: San Luis, Catatumbo, Checua – Lenguazaque (Ecocarbón, 1995a:24).

Para la subdivisión de las áreas en sectores se toman, también, en consideración las variaciones estratigráficas y estructurales. Así: “El sector carbonífero es una superficie de significado geográfico y geológico, que comprende uno o más bloques carboníferos, donde las correlaciones entre los mantos son aún claras y los rasgos estructurales delimitan dicha superficie dentro de una estructura mayor”. Ejemplo: los cinco sectores del Área Carbonífera Checua-Lenguazaque (Ecocarbón, 1995a:48).

Para la individualización del bloque se tomó en consideración que éste no es solamente una unidad estratigráfica y estructural, sino que constituye una unidad desde el punto de vista de su explotación. Así: “El bloque carbonífero es la superficie mínima subyacida por mantos de carbón e individualizada por medio de la combinación de datos estratigráficos y estructurales, de tal forma que en la exploración y en la explotación se pueda considerar una unidad” (Ecocarbón, 1995a:25).

Para llegar a dar un significado minero y económico a la evaluación de los recursos de carbón, se ha estimado de utilidad definir, de antemano, el concepto de potencial carbonífero. Así: “El potencial en recursos carboníferos de un bloque, un sector, un área y una zona es la sumatoria de las reservas y de los recursos. Por tanto, se expresa como la suma de las cifras calculadas según los grados de certeza geológica y de seguridad técnica y económica hasta el nivel inicial de evaluación económica”.

Por normalización se entiende la evaluación de los yacimientos mediante el cálculo y la medida de los recursos y reservas de carbón en categorías, siguiendo los criterios, parámetros y valores límites establecido en el sistema de clasificación. Éste introduce, al proceso de evaluación de un proyecto minero, los factores conceptuales básicos sobre densidad de información proporcional a la complejidad geológica, certeza geológica de la existencia del carbón, seguridad técnica y económica de su recuperación.

Este sistema de clasificación emplea conceptos por los cuales los carbones están dispuestos en categorías de recursos y reservas, concebidas sobre la base de la certeza geológica de su existencia y la factibilidad económica de su recuperación.

Recursos, reservas y calidad

En el ámbito latinoamericano, Colombia ocupa un lugar de privilegio por poseer las mayores reservas de carbón bituminoso de excelente calidad. Los carbones se encuentran distribuidos en las tres cordilleras colombianas, Occidental, Central y Oriental. El yacimiento El Cerrejón, en el Departamento de La Guajira, es el mejor estudiado hasta la fecha, siguen en su orden los yacimientos del Departamento del Cesar y San Jorge, en el Departamento de Córdoba. Con menor potencial se encuentran otras zonas donde ocurren carbones, tales como Antioquia-Antiguo Caldas, Valle del Cauca-Cauca. Los yacimientos más conocidos, con mayores reservas de carbón metalúrgico, están localizados en la Cordillera Oriental, sobresaliendo las zonas de Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander. Con menor conocimiento geológico se encuentran, el Borde Llanero y la Llanura Amazónica.

Sistemas de explotación

En Colombia se pueden diferenciar dos sistemas de explotación, a cielo abierto y explotación por minería subterránea. En las zonas carboníferas La Guajira, El Cesar y Córdoba - Norte de Antioquia, existen explotaciones a cielo abierto, de gran y mediano tamaño, utilización de tecnologías de punta y una producción eficiente y competitiva a nivel internacional. En el Departamento del Cesar existe, además, explotación por minería subterránea, que aplica simultáneamente equipos de extracción por el método de tajo largo, con minado continuo, rozadora y escudos automarchantes, igualmente, se utiliza el sistema de cámaras y pilares con alta tecnología.

En las zonas del interior del país, Antioquia-Antiguo Caldas, Valle del Cauca-Cauca, Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander, las explotaciones son por minería subterránea, de pequeña magnitud, de tipo artesanal a semimecanizada.

Beneficio y transformación

Se describen, a continuación, los procesos de beneficio y transformación con los cuales se comercializa el carbón en Colombia:

En la Zona Carbonífera La Guajira, se lava aproximadamente un 10% de la producción y se comercializa triturado. En el Cesar, el carbón se comercializa triturado. En las zonas de Cundinamarca y Boyacá, a los carbones se les practica procesos de lavado y coquización. Las plantas de lavabilidad más importantes son: Santa Teresa y Milpa en Boyacá y Carbocoque en Cundinamarca. El lavado se hace mediante un proceso húmedo.

Para el proceso de coquización se utilizan hornos de solera, colmena y una batería de hornos verticales en Belencito, Boyacá. Actualmente, existe un auge en la construcción de hornos de colmena, con ducto interno y de solera, con menor impacto al medio ambiente y mayor eficiencia para cumplir con los requerimientos del mercado internacional.

En Norte de Santander, los carbones se coquizan utilizando hornos de pampa y solera. Allí se ha experimentado los hornos de colmena con ducto interno. En las zonas de Antioquia y Valle del Cauca-Cauca, los carbones se comercializan cribados y, en algunos casos, triturados.

Elaborado por: LT GEOPERFORACIONES Y MINERÍA Ltda.