Ahorro económico con recursos evitables.

 
 

Disfrutar de un planeta cada día más agradable, con más posibilidades de desarrollo, con normalidad climática y que sea viable, tanto para nuestras generaciones como para las del futuro, es el gran objetivo que hoy une al mundo entero a través de acciones de responsabilidad individual. Invita a tu familia para que cada uno se comprometa a ser un consumidor responsable e inteligente:

1. Prefiere los artículos y productos que estén etiquetados con el sello verde. Así tendrás la seguridad de que estos pasaron por un proceso de elaboración amigable con el ambiente.

2. Utiliza la justa medida de recursos no renovables, como luz y agua.
Es una de tus acciones que más impacto positivo causará en el objetivo de tener un planeta sostenible.

Cierra las llaves y apaga las luces: ¡es tu mejor sello! ü Prefiere el agua fría a la caliente, y, si definitivamente te gusta más la caliente, entonces haz lo posible por detectar el momento exacto en que el chorro de agua cambia de temperatura: ¡evitarás el desperdicio!
Enciende las hornillas del fogón únicamente cuando las ollas estén encima y apágalas unos segundos antes de retirarlas: ¡aprovecharás toda la energía!
Aprende a identificar el tiempo exacto que requiere el horno microondas para calentar cada alimento: ¡se trata de calentar para consumir al gusto del paladar y no para luego dejar enfriar un poco!
Descongela los alimentos en el centro de la nevera: ¡le ayudarás a la refrigeración con ahorro de energía!
Emplea un vaso con agua para lavarte los dientes o rasurarte, en vez de abrir la llave: ¡pasarás de gastar 10 litros de agua a 240 mililitros!
Cierra la ducha al enjabonarte: ¡ahorrarás 10 litros de agua por minuto!
Coloca dos botellas dentro del tanque del sanitario: ¡ahorrarás de 2 a 4 litros por descarga!

 

¿Ya sabes qué otras acciones desarrollarás?

3. Prefiere artículos y empaques fabricados con material reciclado o que sean reciclables.
Entre el plástico y el papel, mejor el último, que es reciclable, menos contaminante y libre de grasas.
Entre el icopor y el plástico, mejor el último, que es reciclable.
Entre el plástico y la tela, mejor la última, que es lavable y reutilizable.
Entre el icopor y el vidrio, mejor el último, que es reciclable.


Entre un encendedor y un fósforo de madera, ¿cuál escogerías?

4. Reutiliza y dale otros usos a múltiples artículos.
Si tienes un empaque de icopor, utilízalo como archivador o en una artesanía, en vez de enviarlo a la basura.
Restaura las muñecas y juguetes de plástico o entrégalos a una institución experta en su reciclaje, en vez de enviarlos a un relleno sanitario.
Utiliza en artesanías el papel metalizado de los empaques de alimentos, en vez de tirarlos a la caneca de basura.
Emplea una parte de los residuos de alimentos para abonar tierra y tener tu propia huerta casera.

¡Bienvenido a la era de los consumidores inteligentes!