Actitudes oportunas ante un conflicto de dos trabajadores
Llamarlos a un lugar aparte, que sea neutral, en el que no se tenga la interferencia del resto de los compañeros, pues tratar de solucionarlo en medio del resto del grupo implicará formar “bandos” que llevarán el conflicto a un punto mayor.
Poner la regla de escuchar sin interrumpir, ni por la otra persona, ni por usted como líder. Se trata de una buena estrategia para bajar los ánimos y poder hacer un análisis acertado de la situación.
Asumir su función de liderazgo, “lavarse las manos” no está dentro de las opciones, usted ya hace parte del conflicto y su rol es ayudar a solucionarlo.
Siempre termine el diálogo con una solución acertada. Nunca finalice sin llegar a un acuerdo. Igualmente sólo permítale a las dos personas regresar a su puesto cuando estén totalmente tranquilos, hacerlo con preocupaciones se convierte en un factor de riesgo ocupacional.
Siga los procedimientos disciplinarios y de acompañamiento que tenga establecidos su compañía.
Conecte sus gestos con las palabras
Un gesto, la forma de mirar al otro, el tono, el volumen, son factores que influyen tanto en la buena comunicación diaria como en la resolución de conflictos. Tenga presente:
|
|
La mirada: se debe procurar mantenerla directa, no agresiva, ni mucho menos desafiante y que demuestre interés por el otro.
El gesto: no cruzar los brazos, no colocar las manos sobre la cintura o manotear porque son acciones que ponen barreras. Se recomienda tener una libreta o lapicero en la mano para ayudar a bajar la tensión del momento.
El tono: debe ser pausado y moderado para calmar los ánimos de las partes en conflicto.
El lenguaje: buscar palabras de fácil entendimiento, que estén a la altura de ambas personas, si requiere acudir a ejemplos o símiles no dude en hacerlo, lo importante es que el mensaje llegue claramente.
|