Resultados reales del buen trabajo en equipo.

Resultados reales del buen trabajo en equipo.
 
 


“Epopeya Everest Sin Límites”, sin duda, es uno de los resultados más destacados que ha alcanzado un equipo colombiano. Su origen se encuentra en los deseos de un escalador nacional, Nelson Cardona, en situación de discapacidad, quien se mantuvo aferrado a cumplir su sueño de tocar la cima del mundo. Alrededor de él se conformó un equipo entre escaladores profesionales y un grupo de empresarios sin ningún tipo de experiencia, entre los que se encontraba Germán García, quien nos relata su vivencia:

“Marcelo Arbeláez, un montañista amigo de Nelson, nos convenció de que con trabajo en equipo podíamos lograr una preparación record en un tiempo de 9 meses, un desafío que requería de perfecto acople entre desconocidos de diferentes edades, gustos y profesiones. Armamos comisiones, establecimos roles y asumimos responsabilidades. Ver esa transformación me hacía reflexionar:

¿Por qué unos equipos funcionan y otros no?

Hoy estoy convencido de que la clave de éxito fue haber contado con una misión clara y desafiante, a la que cada uno le creía: llevar a un discapacitado Colombiano a la cumbre del Everest. La posibilidad de gastar el tiempo en conflictos o trabajando aisladamente nos alejaría del objetivo final; hacerlo como un verdadero equipo nos llevaba cada vez más lejos.

Así avanzamos sin perder el foco, hasta llegar al 2 de mayo de 2010, cuando viajamos al Himalaya: los 5 montañistas intentarían la cima del Everest y los otros 16 haríamos nuestra propia cumbre en Lobuche a 6.119 msnm. Fueron 8 días de exigente caminata, con alto grado de inclinación, en los que agradecimos la disciplina del entrenamiento físico y mental y el haber llevado el equipaje justo, otro aprendizaje de los buenos equipos (cargar lo necesario y dejar aspectos como el egoísmo, que sólo hacen peso).


 

Líder desde el silencio

En el recorrido comprendí de Marcelo Arbeláez y Juan Pablo Ruiz que desde el silencio también se puede ser líder: sus intervenciones fueron claras y contundentes, con su actuar nos transmitieron confianza y credibilidad y siempre aparecieron en el momento de tomar decisiones.

Recuerdo que en la noche anterior al día de la cumbre Marcelo puso las reglas que todos debíamos cumplir, pues de ellas dependía la seguridad individual y la del equipo. Una de ellas era que a las 12 del medio día, en el lugar que nos encontráramos, así fuera a 10 metros de llegar a la cima, debíamos dar media vuelta sin ningún ‘fue que’ y comenzar el descenso. Así llegamos el 16 de mayo a Lobuche y el 17 Nelson Cardona se convirtió en el primer discapacitado colombiano en tocar la cima del mundo.

Celebrar hace parte de los equipos exitosos

Finalmente nos reencontramos en el campamento base y celebramos el logro obtenido, el aprendizaje final: hoy en las empresas, e incluso en nuestras familias, hemos dejado de aplaudir los triunfos, desconociendo los esfuerzos del camino. Celebrar es mantener el ánimo y reconocerse como personas competentes.”

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