¿Qué tanto autocontrol tienes ante una emergencia?  

¿Qué tanto autocontrol tienes ante una emergencia?
 
 

 

¿Cómo debo actuar ante una emergencia?

Prepara tu mente con anticipación para que la reacción que presentes en esos momentos, que pueden ser de pánico, sea la más acertada. Esperar a que sucedan las emergencias es una posición muy arriesgada; ir física y mentalmente un paso delante de ellas es proteger la vida. Ten presente tres pasos claves en la elaboración de tu estrategia:

1. Convéncete de que puedes reaccionar bien: organiza mentalmente un plan de emergencias en el que respondas a preguntas básicas como qué hacer, a dónde ir, cómo hacerlo y cuánto tiempo necesitarás. Escribe o dibuja los pasos que tienes planeados y pégalos en un lugar que visualices frecuentemente, como tu escritorio o el closet. La repetición mental hará que tengas una reacción más acertada en un momento de dificultad.

2. Realiza una evaluación previa del riesgo:
en casa, en el trabajo o en el sito que visites frecuentemente evalúa los riesgos a los que puedes estar expuesto y las situaciones de emergencia que se pueden presentar, por ejemplo, vivir cerca a un río, trabajar con productos químicos, estudiar en una sede en zona de derrumbes. Recuerda que se trata de imaginarte posibles situaciones para ganar en seguridad y no para generar pánico mental. Ten presente que los sismos o temblores de tierra siempre se deben considerar.

 

 

3. Empieza a adquirir el conocimiento que te hace falta para actuar con seguridad frente a una posible emergencia: la mejor forma es hacerlo de la mano de los expertos que están en las brigadas de emergencia de tu empresa, barrio o institución educativa. Si no existe un grupo especial, tú puedes ser el líder y proponer la conformación de uno. Dependiendo del sitio en el que estés, te puedes apoyar en empresas o instituciones, como la ARL, la administración municipal, el grupo de la Defensa Civil o los bomberos, entre otros.

Atento con reacciones poco seguras como:

Atender a una persona sin tener el conocimiento técnico certificado en primeros auxilios: evita dejarte llevar por los mitos caseros en la atención y procura solicitar ayuda de personal calificado.
Pensar que no hay tiempo de informar instantáneamente a las instituciones o personas expertas en control de la emergencia: es fundamental informarles, pues un segundo puede significar la preservación de la vida.
Colapsar las salidas de evacuación al tratar de salir todos juntos: sigue el procedimiento que previamente han establecido.
Subvalorar el riesgo: una emergencia, por pequeña que parezca, si no se controla inmediatamente, puede desencadenar un “efecto dominó” de consecuencias mayores.


1. La mejor manera de ayudar en un desastre o accidente es manteniendo la tranquilidad. Deja que los expertos actúen y atiende sus recomendaciones. 2. Si una persona entra en crisis, háblale pausadamente y trata de calmarla para que no genere pánico colectivo.

Artículo desarrollado con el apoyo de Ada Monsalve
Asesora ARL SURA