Así como en una relación sentimental, las primeras impresiones marcan los comportamientos futuros, igual sucede con los procesos de selección e inducción de nuevos trabajadores; son los momentos precisos para establecer canales de comunicación armónicos con la salud y la seguridad, dentro y fuera del trabajo.
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Líderes de proceso con buenas habilidades sociales
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Es muy probable que como integrante del equipo directivo de su compañía, haya escuchado o comprobado la veracidad de la siguiente frase, “cuando los programas de capacitación dan resultados se pagan solos”. ARL SURA lo invita para que inicie o fortalezca el proceso de formación con sus áreas de recursos humanos, salud laboral y demás empleados, con el fin de que participen de los procesos de selección e inducción.
Conocer y ser capaces de poner en práctica los conceptos de técnicas de comunicación asertiva, programación neurolingüística y manejo de conflictos, entre otras estrategias, le permitirá a su empresa ser una abanderada de los comportamientos seguros, desde el inicio de la relación laboral.
Que la bienvenida al personal nuevo de su empresa esté enmarcada por:
Empatía: desde la capacidad de interpretar las emociones ajenas por el tono de voz, expresión facial y demás maneras de comunicación no verbal.
Escucha acertada: ir más allá de lo que se dice, hacer preguntas y repetir lo que se ha oído con palabras propias, para asegurarse de que se interpretó bien. La sensación de confianza parte desde la buena escucha.
Comprensión: es el hábito de entender al otro primero, antes de pedir que nos entiendan, con el objetivo de edificar relaciones laborales más constructivas.
Interpretación sensitiva: aprendiendo a identificar cuál es el canal de comunicación predominante de cada trabajador, por ejemplo, visual, auditivo o kinestésico (sensorial).
Confiabilidad: ser embajador a toda prueba de las normas de honestidad e integridad.
Innovación: capacidad de estar abiertos y bien dispuesto para analizar los nuevos enfoques y propuestas que proceda de cualquier persona de la organización, incluso del personal nuevo.
Negociación de conflictos: habilidad para manejar con diplomacia y tacto situaciones tensas y personas difíciles; detectar los posibles conflictos, poner al descubierto los desacuerdos y ayudar a reducirlos; alentar el debate y la discusión franca; y orquestar soluciones que beneficien a todos.
Recuerde que la buena selección, la inducción, el entrenamiento y el acompañamiento del personal nuevo, además de marcar la diferencia entre las empresas de clase mundial, son aspectos básicos para la protección del personal frente a los accidentes, dentro y fuera del trabajo.
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