Albert Einstein decía: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
A través de la reflexión que te genera esta frase, ARL SURA te invita a decirle SÍ al Cuidado de la mente y el cuerpo, dentro y fuera del trabajo, con cambios en la forma de pensar que te lleven automáticamente a actuar diferente.
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Cultura del Cuidado
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Con los avances gigantescos que ha alcanzado la seguridad laboral, registrar en pleno año 2014 que los trabajadores se siguen accidentando y perdiendo la vida en el desarrollo de sus funciones, y que además sufren continuos incidentes y accidentes en sus espacios familiares, como consecuencia de actitudes temerarias de vida; nos dice que debemos empezar a cuestionar ciertas maneras de pensar:
“Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”
Si analizamos bien, esta frase refleja todo lo contrario a lo que hoy buscamos; ser felices y disfrutar con el desarrollo de nuestras funciones, máxime si pasamos la mayor parte del tiempo en el trabajo.
Si esta frase fuera tan cierta, entonces en vez de utilizar la pica para aflojar tierra, lo haríamos con la pala que nos implica más esfuerzo, más sudor, más tiempo.
¿Qué tal si le damos un giro y empezamos a pensar: “Me ganaré el pan con la felicidad que me produce mi trabajo”?
“Sangre, sudor y lágrimas”
Es el titular preferido que utilizan los medios de comunicación para resaltar la vida de los deportistas, artistas y demás personas que alcanzan logros extraordinarios.
Un pensamiento que, erróneamente, hemos incorporado a nuestras vidas; por eso, para muchos es normal machucarse en el trabajo, pues, “el éxito está en el sacrificio”.
Mejor, di y piensa: “Sonrisas, satisfacciones y triunfos”.
“El día que le toca a uno, no hay nada que hacer”
Es la frase campeona, la utilizamos a diario para justificar todo tipo de errores, malas decisiones, falta de compromiso y poca autoestima, entre otras situaciones.
Juan había escuchado en la radio todas las campañas de prevención vial, sabía que la mayor causa de accidentalidad se debía al exceso de velocidad, al sentarse en el bus observó que el vehículo tenía una señal que indicaba con un cambio de color y con un sonido que el conductor se estaba pasando de los límites, en su celular tenía grabado los números de la empresa de buses y de la policía en los que podía alertar sobre las malas prácticas de conducción. Dos horas después el bus en el que iba se estrelló por exceso de velocidad.
Qué crees, “era el día que le tocaba a Juan” o Juan ignoró todas las alertas que se la atravesaban a su paso, para que fuera su día pero de prevención.
Te invitamos mejor a darle vida a la frase: “El día que le toca a uno estar más atento, hay que pensar en prevención”.
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