¡Repórtalo!

 

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El reporte de incidentes es una herramienta que tienes a mano para evitar accidentes propios y de tus compañeros, así que, si te das cuenta de que algo puede fallar no te quedes callado

¡Repórtalo!

 

Si frecuentemente te pasa que te encuentras pensando “Yo sabía que eso iba a pasar” o “Eso se veía venir”, posiblemente es que tienes todos tus sentidos bien puestos y te das cuenta de cosas que pueden ser peligrosas y que al final resulta que sí lo son. Pero en vez de sólo pensarlo, ¿Por qué no lo reportas? No sólo estás evitando sufrir tú mismo un accidente en un futuro, sino que le estás evitando un mal rato a alguien más.

Si casi te caes de una silla porque el respaldo está demasiado suelto, cada vez que bajas por una escalera “se te va el pie” y te resbalas, si ves que un enchufe echa chispas cuando se le conecta algo o que la máquina con la que trabajas se recalienta, cuéntale a tu jefe inmediato o a alguien de la brigada de seguridad de la empresa o pregunta dónde puedes hacer el reporte de incidentes. Aunque tú no seas el responsable de arreglarlo, tus ojos pueden ser de gran ayuda para evitar males mayores.

Gran parte de los accidentes que ocurren, se podrían evitar si nos responsabilizamos todos por la seguridad general. Si en vez de pensar “eso no es trabajo mío” asumes tu rol como garante de tu propia seguridad y la de los que trabajan contigo, estarás tal vez siendo el héroe del día.

Lo mismo ocurre en tu casa. No esperes a que las otras personas que viven contigo “se ocupen” de los riesgos que pueden surgir. Si piensas que las escaleras son peligrosas para tus abuelos, las ventanas un riesgo para tus niños, que las ollas se resbalan de la rejilla del fogón o que hay un cable pelado que en cualquier momento puede crear un corto, ponte las manos a la obra a corregirlo. ¡Es mejor prevenir que curar! Y tú tienes el poder de hacer un entorno más seguro para ti y para los que te rodean.

Sé el protagonista de tu propia seguridad. Que la historia la escribas tú y no la suerte.