El 28 de abril es el día de la Seguridad y Salud en el trabajo. ¿Por qué celebrarlo? Porque se trata de tus derechos, tu vida y tu bienestar y los de quienes te rodean.

 

 

Este 28 de abril vale la pena detenerse y celebrar un día que marca cambios que han sido y siguen siendo fundamentales en el bienestar cotidiano y en que todos tengamos trabajo en condiciones dignas, un asunto de compromiso, cultura y responsabilidad de todos.

Es el día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

Artículo desarrollado con el apoyo de Jenny Cecilia Brome Bohorquez, Gerente Técnico Regional Antioquia y Eje Cafetero ARL SURA.
 

 

Este no es un asunto nuevo, pero ¡Cómo ha evolucionado! Si bien, la lucha por lograr condiciones dignas en el trabajo viene desde que comenzó la era industrial (finales del siglo XIX, es decir, ¡más de un siglo!), la realidad es que ha evolucionado y se han dado grandes cambios en los últimos 30 años, sin olvidar que aún falta camino por recorrer. Es a partir del año 2003 que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acoge este día como celebración oficial, generando un espacio de reflexión para que todos los que hacemos parte de la sociedad, no olvidemos las historias de vida que se han generado en ausencia del cuidado de la seguridad y la salud en el trabajo y por lo tanto, seamos conscientes y luchemos por esos logros que sí se han conseguido.

El impulso que ha tenido la temática de la Seguridad y la Salud en el trabajo a nivel mundial, ha sido importante, más aun desde que la Organización de Naciones Unidas que en el año 2009 declaró la salud laboral como derecho humano fundamental. Este se reconoce hoy en día como uno de los pilares más importantes para lograr los objetivos de desarrollo social, una vida sana en condiciones dignas con participación de todos, para que logremos cambios sostenibles en el tiempo.

Esta nueva orientación ha hecho que la Seguridad y la Salud en el Trabajo se miren en forma diferente. Si hasta hace algunos años el énfasis principal era el control del riesgo del ambiente, las locaciones, los equipos y las labores de trabajo, en la actualidad se le da mayor importancia al ser humano como trabajador. Cada vez más común que las empresas reconozcan las características individuales de los hombres y las mujeres que trabajan como seres integrales y sean conscientes de que lo que pasa en el ámbito del trabajo puede alterar el estado de salud de las personas y por lo tanto de la sociedad. A su vez, las empresas entienden que lo que ocurre en el entorno social y económico puede alterar la salud de sus trabajadores y por lo tanto se le debe dar valor a su situación familiar, social, su alimentación y su estabilidad económica, entre otros factores que también inciden en su desempeño y en el bienestar laboral.

Las empresas hoy se identifican como parte de una red social en la que participan de forma activa y responsable para mantener la vida sana de los trabajadores. Esto hace que no solamente se presenten menos accidentes o enfermedades laborales sino que cada persona viva dignamente, que busquemos el desarrollo individual y seamos mejores seres humanos, que trabajar en condiciones dignas sea no solamente un sueño sino una base y un factor más de desarrollo, para que las personas y las empresas aporten con su crecimiento a su comunidad. Esto es cultura en Seguridad y Salud.

El enfoque actual que se le da a la Seguridad y Salud Laboral busca la participación de todos en la solución de los múltiples factores de riesgo que afectan la salud de los trabajadores y de la comunidad. Busca también desarrollar una cultura en la cual el valor por la vida y el respeto sean la base del desarrollo de la Seguridad y la Salud de los trabajadores y una característica distintiva de cada empresa. Este cambio de concepto es de seres humanos que reconocen a otros seres humanos, sean empleadores o trabajadores.

Está en nuestras manos la responsabilidad de generar dinámicas diferentes para la gestión de la Seguridad y la Salud en el trabajo, como derecho fundamental. Todos somos necesarios como bien social, todos debemos aportar para estar sanos, cuidar a las personas y el medio que nos rodea. Todos somos responsables de tener una nueva cultura de cuidado y de darle un abordaje integral a los riesgos, que de expresarse, afectan todo el tejido productivo, el trabajo y la sostenibilidad que necesitamos para nuestra reproducción social.

Un trabajador bien alimentado, que cada vez conoce mejor su labor y cómo cuidarse al realizarla, que tiene herramientas para crear relaciones y vínculos constructivos, que se respeta a sí mismo, valora su salud y su vida y puede valorar su trabajo, la gente que lo rodea, su entorno y el ecosistema en que se mueve, es un motor de desarrollo y un bien incalculable para cualquier empresa. Si se quiere desarrollo social y crecimiento sostenible hay que trabajar con la gente, porque de ella depende el cambio.

Pero no solo se trata de derechos. Debemos ser conscientes (Tanto la empresa como los trabajadores) de que junto con nuestros derechos están nuestros deberes con nosotros mismos y con los otros y que los debemos asumir con responsabilidad, no porque nadie nos obligue, sino porque es fundamental hacerlo para nuestro propio bienestar.

En el trabajo, en la casa, en la calle, tú eres el protagonista de tu bienestar. Cuídate y de esta forma cuidas a quienes dependen de ti.