¿Sabes cómo hacerlo?

 

¿Sabes cómo gestionar el riesgo biológico en tu organización?

El Programa de Vigilancia Epidemiológica para Riesgo Biológico les da a las compañías una perspectiva amplia de estos peligros para una gestión efectiva.

Los trabajadores del sector salud tienen como misión cuidar la integridad de los pacientes, así como la propia. Por las labores que desempeñan, están en contacto permanente con sangre, fluidos corporales, tejidos, microorganismos y secreciones biológicas que los pueden poner en riesgo. Los peligros derivados del contacto con estas sustancias se conocen como riesgo biológico y su control es uno de los grandes retos de las empresas del sector.

De acuerdo con las Normas de Seguridad y Salud en el trabajo de OSHAS, cada año, entre 600.000 y 800.000 trabajadores de todo el mundo entran en contacto con la sangre en el desarrollo de sus labores, exponiéndose a contagios y afectaciones en su salud.

En el plano nacional, en la Regional Occidente de ARL SURA se presentaron 750 eventos en los que colaboradores tuvieron contacto con sustancias biológicas en el 2015. Esta exposición puede desencadenar la transmisión de enfermedades como VIH, hepatitis B y C, y exposiciones de tipo ocupacional a tuberculosis, varicela, meningococo, etc.

Para controlar estas situaciones de peligro las empresas cuentan con el Programa de Vigilancia Epidemiológica para Riesgo Biológico, un aliado que facilita la gestión de riesgos en un ciclo de mejoramiento continuo.

El programa permite la recolección sistemática, el análisis y la interpretación de datos necesarios para la planificación, implementación y evaluación de políticas de salud pública. Es decir, hace un análisis riguroso de los eventos de salud y las enfermedades para recopilar la información necesaria y difundirla entre los colaboradores.

Con su implementación se busca minimizar los efectos negativos de los agentes de riesgo biológico en las personas expuestas, es decir, en quienes tienen una posibilidad real de entrar en contacto con estas sustancias.

Además, le permitirá a la empresa optimizar los esfuerzos logísticos y económicos destinados a la prevención de accidentes, así como disminuir las tasas de mortalidad, enfermedades, ausentismo e incapacidades.

La primera acción para implementarlo es conocer a la población, sus condiciones de salud y su ambiente laboral para identificar los riesgos a los que están expuestos y definir la distribución y la magnitud de los peligros.

Para hacerlo, es necesario llevar a cabo mecanismos de recolección de información, registros de accidentes, seguimiento a los índices de mortalidad e incapacidades, registro de exposiciones a riesgo biológico y delimitación de las áreas de trabajo implicadas.

Cuando se tenga un diagnóstico completo del riesgo, las empresas deben intervenir sobre los factores que ponen en peligro la salud de sus colaboradores. Por eso, en esta segunda acción es muy importante asesorar a las áreas expuestas a estas condiciones, de acuerdo con las particularidades de cada servicio. Por ejemplo, la identificación, evaluación, prevención y control de daños no serán los mismos en cirugía que en Urgencias o en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Poner en marcha jornadas de inmunización para que los empleados tengan sus vacunas al día es una medida de gran importancia para protegerlos en caso de entrar en contacto con estos residuos.

Un factor estratégico en esta fase del proceso es la construcción y el fomento de una cultura del cuidado al interior de la empresa, en la que cada uno de los empleados se empodere de su propia seguridad, conozca muy bien los riesgos para su salud y actúe de una manera adecuada, para protegerse a sí mismo y a los demás. A esto deben sumarse las condiciones seguras que la empresa les debe generar para trabajar.

Reducción de la accidentalidad
Gracias a la conciencia que se ha construido en el sector sobre estos peligros y a la implementación de controles como el Programa de Vigilancia Epidemiológica para Riesgo Biológico, han disminuido los accidentes por contacto con este tipo de sustancias, a pesar de que crece el número de trabajadores expuestos:

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En las empresas afiliadas a ARL SURA la tasa de accidentalidad por riesgo biológico en el 2014 fue 8,31%. Disminuyó al 7,72% en el 2015. Y, entre enero y mayo del 2016, fue de 3,13%.

 

 

Recuerda que el buen control de los datos, los procesos y los comportamientos te permitirán estar un paso adelante en la prevención de accidentes y enfermedades laborales. Aplica el Programa de Vigilancia Epidemiológica para Riesgo Biológico en tu empresa y construye un ambiente más saludable para tus pacientes y tus empleados.

Fuente:

Lida Piedrahíta Arbeláez
Asesora en Prevención
 



Silvia Eugenia Quintero
Médica Ocupacional