Adicionalmente, te darás cuenta que tu nivel de estrés se reducirá. A continuación encontrarás unos consejos que te ayudarán el transportarte en bicicleta:

 

La seguridad es lo primero: antes de salir en bici, asegúrate de que se encuentre en buen estado: llantas infladas, luces funcionando, frenos y cambios ajustados. Lleva tu casco, un pito, y por supuesto, después de las 6 p.m. usa cintas reflectivas sobre tu ropa para ser más visible en la vía.

Planea tu ruta: ensaya tu ruta un día con tráfico ligero y busca vías que tengan carriles para ciclistas, así estarás más tranquilo y disfrutarás más el recorrido. Durante el trayecto evita usar audífonos u otros medios de distracción y recuerda respetar los semáforos y señales de tránsito.

Calcula el tiempo: una de las ventajas de trasladarse en bicicleta es que se puede llegar a tiempo al destino. Basta con calcular el tiempo que tardaremos en recorrer la distancia planeada.

Aprende a hacer reparaciones simples a tu bicicleta antes de que te aventures a la carretera. Una llanta averiada, un cable de freno suelto, el asiento desajustado, manubrio suelto, una rueda desequilibrada o cualquier otro problema menor, pueden presentarse mientras te diriges a la universidad. Prepárate para repararlos.

Toma precausiones de seguridad mientras manejas: mantén una distancia razonable entre tu bicicleta y los autos estacionados. Uno de los incidentes más comunes que tienen las personas cuando se transportan en bicicleta a la universidad, es que chocan contra las puertas de los carros cuando los conductores las abren.

Planifica la forma en la que llevarás tus cosas a la universidad: para llevar tus trabajos o materiales, existen portaequipajes para bicicletas que pueden ser de ayuda, así como las canastas. Mantén despejada tu visibilidad durante todo el recorrido.

Puedes sentir molestias en tus piernas mientras te acostumbras al ejercicio y al recorrido. ¡La persistencia es la clave!