Cambios simples en los desplazamientos podrían disminuir significativamente los índices de accidentalidad. Conoce estas recomendaciones para evitar las caídas a nivel.

 

Las caídas a nivel, son el tipo de caídas que se dan sobre el mismo plano de desplazamiento o, desde una altura inferior a 1,5 m. Por ejemplo, cuando se tropieza con una alfombra, se resbala en un piso mojado o se cae desde un escalón.

Aunque estas pérdidas del equilibrio suelen ser subestimadas, pues se considera que no tienen consecuencias graves, es común que generen esguinces de primer, segundo o tercer grado; fracturas; desgarros musculares; golpes o contusiones en diferentes partes del cuerpo.

Incluso, algunos de estos accidentes pueden ser considerados graves, según la definición de la Resolución 1401 de 2007 del Ministerio de la Protección Social, es decir aquellos que traen como consecuencia:

  • Amputación de cualquier segmento corporal
  • Fractura de huesos largos (fémur, tibia, peroné, radio, cúbito y húmero)
  • Trauma craneoencefálico
  • Quemaduras de segundo y tercer grado
  • Lesiones severas en mano, como aplastamiento o quemadura
  • Lesiones severas de columna vertebral con compromiso de médula espinal
  • Lesiones oculares que comprometan la agudeza o el campo visual
  • Lesiones que comprometan la capacidad auditiva

 

Prevenir estos accidentes y trascender a una visión de desplazamiento seguro, depende tanto de la adecuación de las condiciones de los espacios donde se trabaja como del comportamiento de los trabajadores.

 

Para tener condiciones seguras se debe tener en cuenta:

  • Reparar los pisos defectuosos
  • Iluminar correctamente todos los espacios
  • Recoger y atar los cables de los computadores
  • Señalizar los desniveles o plataformas
  • Aplicar material antideslizante en escaleras y rampas o cambiar las cintas antideslizantes desgastadas
  • Implementar una estrategia de orden y aseo en el puesto de trabajo y zonas críticas como pasillos de circulación
  • Concientizar al personal de aseo y mantenimiento para que señalicen los pisos mojados
  • Asegurar los tapetes de modo que no tengan pliegues que puedan hacer tropezar a los colaboradores
  • Instalar pasamanos en las escaleras y desniveles.

 

 

Comportamientos seguros

Los trabajadores deben asumir ciertas actitudes que favorezcan su seguridad y la de sus compañeros:

  • Caminar a una velocidad prudente: el afán por asistir a reuniones, visitar a un cliente, entregar documentación, entre otros son algunas de las principales causas de estos y otros accidentes.
  • Usar calzado y ropa cómoda: zapatillas con tracción y pantalones no muy ceñidos para hombres y mujeres; tacones gruesos de máximo 5 centímetros y faldas de longitud media para las mujeres.
  • Respetar las señalizaciones instaladas para su seguridad como piso húmedo, peligro, zona prohibidas o pasos restringidos.
  • Reportar y corregir oportunamente las condiciones inseguras.
  • Limpiar o reportar derrames de líquidos inmediatamente.
  • Cerrar los cajones para que nadie tropiece con ellos.
  • Mantener la concentración en el camino, sin distraerse con los compañeros, el celular o uso de PC o tabletas.
  • Evitar cargar objetos mientras caminan. Si es necesario hacerlo, llevarlos en una sola mano, por debajo del nivel de la barbilla y sujetándose con la otra mano del pasamanos.
  • Prestar especial atención en sus desplazamientos durante actividades deportivas o viajes relacionados con el trabajo.
  • En caso de que sean teletrabajadores, deben construir condiciones seguras en su hogar, como mantener los pisos despejados y limpios, los cables recogidos, etc.

 

Además de tener condiciones y comportamientos seguros, es fundamental que los empleados mantengan y potencialicen su propiocepción: el sentido que le informa al organismo la posición de los músculos y de las partes de su cuerpo, para regular el movimiento, dirigir las respuestas automáticas, controlar la coordinación y mantener el equilibrio.  

 

Un sistema propioceptivo entrenado enviará rápidamente señales de respuesta en caso de peligro de caídas, para que el cuerpo se mueva de manera correcta y ágil para evitar las lesiones o reducir sus consecuencias.

Este sentido puede educarse llevando un estilo de vida saludable y realizando actividades físicas como aeróbicos para potenciar la coordinación, y fortalecer los miembros inferiores. También puede mejorarse con ejercicios sencillos que usen ambos lados en actividades cotidianas: peinarse y vestirse con la mano no dominante, usar el celular con el oído no dominante, ubicar el mouse al lado contrario, entre otros.

Un médico deportólogo o un fisioterapeuta pueden ayudarte a construir tus programas de desarrollo propioceptivo.

Ten en cuenta estas recomendaciones para que tengas desplazamientos seguros. 

 

Fuente:

Pamela Velásquez Garcés

Asesora en Riesgos

ARL SURA