Revista 5 Sentidos
Noviembre de 2004 N°41

La vista es el más importante de los sentidos. Es el órgano que capta la información del mundo externo de manera más completa y detallada. Se estima que 80% de la percepción de los seres humanos llega al cerebro a través de los ojos.

Cómo miramos

1. El ojo traduce todas las sensaciones luminosas que le llegan en forma de impulsos nerviosos, y los transmite al cerebro a través del nervio óptico. Este proceso se inicia una vez que los rayos luminosos a traviesan los elementos transparentes del ojo.

2. Se entrecruzan proyectando una imagen invertida (respecto de la real) sobre la retina. Este efecto se corrige cuando los impulsos nerviosos en que se ha transformado la imagen llegan al área visual del cerebro, donde se percibe la imagen en la misma posición que la real.

La corteza cerebral es capaz de fusionar e integrar las imágenes procedentes de las retinas de ambos ojos. Esta capacidad se denomina visión binocular, y permite distinguir los detalles y las formas de los objetos y apreciar claramente la distancia entre ellos.

La refracción y la adaptación
El ojo y sus estructuras realizan dos actividades fundamentales para la visión: la refracción y la adaptación.

La refracción consiste en la desviación normal de los rayos de la luz desde la córnea hasta la retina, la que es propiciada por los elementos transparentes del ojo (la córnea, el humos acuoso, el cristalino y el humor vítreo). Esta desviación sirve para que la luz converja en la retina, de manera que pueda registrar y reflejar los impulsos luminosos de objetos de mayor tamaño.

La adaptación es la capacidad que tiene el cristalino de modificar su forma, curvándose o estirándose para enfocar un objeto situado a menor o mayor distancia del globo ocular. Cuando se observa un objeto lejano, el cristalino se encuentra relajado y con forma alargada, mientras que al enfocar un objeto que está cerca se contrae y adopta una forma esférica.

Mirar más allá

El ojo parpadea cada cinco segundos, aproximadamente. Entonces, suponiendo que una persona esté despierta 16 horas al día, parpadearía alrededor de 11.500 veces en ese lapso y 4.2 millones de veces en el año.

La luz del sol tiene que viajar 150 millones de kilómetros para llegar hasta los ojos.

El ojo humano puede detectar más de 10 millones de colores.

El pigmento del iris, en el caso de los ojos castaños o negros, proporciona protección extra ante las molestias de la luz muy brillante. En cambio, los ojos claros ven mejor con menos luz.

La visión cambia a medida que las cosas o el cuerpo se mueven. El cerebro actúa produciendo una serie de imágenes cientos de veces por segundo, ubicándolas una a continuación de la otra, como una secuencia.