El 22 de abril es el día mundial de La Tierra o Planeta Azul como solemos llamarlo cariñosamente. Sin embargo, según los últimos informes sobre el estado de los recursos naturales, los resultados son desastrosos y por esto es importante reflexionar.

Sin ir más lejos, lamentablemente en nuestras ciudades colombianas escuchamos a diario que los ciudadanos reportan olores provenientes de algunas industrias que vierten sus desechos tóxicos en horas de la noche, aprovechando que las autoridades se encuentran descansando y no se dan cuenta porque a esas horas no pueden tomar muestras del agua residual o del aire contaminado.

Otro caso sencillo y cercano de un comportamiento común y cuestionable es cuando botamos los papeles o cáscaras de lo que comemos por la ventanilla del carro, del bus o en la calle y pensamos además, que es obligación del gobierno local recoger nuestros desperdicios y disponerlos adecuadamente.

Pero, ¿quien se da cuenta de todo esto?. Finalmente, todos nosotros y en especial nuestros niños y ancianos, sufrimos cada vez más enfermedades de la piel, respiratorias, cáncer, somos víctimas de fuertes inundaciones, incendios forestales, falta de agua, somos testigos de cambios climáticos extraños y nos preguntamos ¿por qué?. Por supuesto hemos sido nosotros mismos los causantes y aún así, seguimos ocultando nuestros malos comportamientos para que otros seres humanos no vean lo que hacemos con tal de quedar bien.

Son 50 años de un maltrato ambiental severo a nuestro Planeta que advierten sobre lo que le espera a las generaciones futuras en materia de hambre y pobreza, más de seis millones de personas explotando directamente los recursos naturales no renovables sin reposición y más del doble de manera indirecta; consumimos aproximadamente el 120% de lo que la tierra produce naturalmente, obligándola a producir más y más aunque desperdiciamos los alimentos todos los días.

El Secretario General de Las Naciones Unidas declaró en febrero de 2005 el decenio del Agua, Fuente de Vida, haciendo un llamado a cuidar nuestro único medio de supervivencia y desarrollo para el siglo XXI, pero lo curioso es que en 20 años se han secado más de 50 fuentes hídricas en la sabana de Bogotá, lo cual nos da una idea del agotamiento de una riqueza que supuestamente tiene nuestro país Colombia y que es necesario revisar y evaluar aprovechando que aún nos queda tiempo y que aún tenemos más agua que cientos de países más pobres que el nuestro.
 
Afortunadamente, creemos que sí hay algo por celebrar pues hay cada vez mas jóvenes, niños y  empresas grandes y pequeñas que se comprometen con la calidad ambiental y son firmes en sus principios. Sin embargo, no es un auditor de ISO 14000 que las visita de vez en cuando, sino ellas mismas quienes tienen que reconocer el esfuerzo realizado por contaminar cada vez menos, en beneficio de toda la humanidad y creer en el Desarrollo Sostenible. Todos los habitantes podemos hacer algo desde nuestro papel de ciudadanos, de padres, de trabajadores, de conductores, peatones, de seres humanos que forman parte de un todo, en este caso el que todavía podemos llamar: PLANETA AZUL.

Elaborado por: CISTEMA - ARL SURA