Son muchos los factores que pueden incidir en el conductor y que pueden ser causantes de un accidente.
A continuación se explica la incidencia en el comportamiento ante el volante de la fatiga:
Entre el 70-90% de la accidentalidad vial, sea o no laboral, se debe a comportamientos inseguros de las personas debidos a alteraciones psicofísicas transitorias o estados de modificación de la conducta que alteran la aptitud del conductor, como son:
Tres de estos factores, alcohol, velocidad y distracciones, se estima están presentes en el 60% de los siniestros. Fatiga, desatención - distracciones y sueño, son la causa del 45% de los accidentes de tráfico.
La fatiga es una pérdida progresiva de la capacidad de respuesta debida a la ejecución prolongada de una tarea. La conducción requiere un esfuerzo físico y mental, por lo que en periodos prolongados puede llevar al cansancio. Entre sus consecuencias destacan dificultad para concentrarse, aumento del tiempo de reacción y la somnolencia que puede provocar.
La fatiga es especialmente relevante en conductores profesionales y depende de dos factores fundamentales: sobrecarga física (fatiga muscular por postura prolongada) y sobrecarga mental (estado de alerta o atención constante).
Medidas preventivas propuestas por la EMPRESA para combatir la fatiga:
• Estudiar la manera de planificar los horarios de los trabajadores, para que no coincidan en horas punta en las cuales entran los empleados de las empresas anexas a trabajar.
• Tener en cuenta el esfuerzo de las tareas a realizar durante las jornadas de trabajo.
• Cuando se trate de viajes largos y siempre que sea viable, se intentará por parte de la empresa que sus empleados viajen en medios de transporte colectivos.
• Fomentar la intercomunicación entre mando y trabajadores al respecto de la seguridad vial.