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Conciencia con Inteligencia Vial es el renovado modelo de gestión del riesgo de tránsito que ARL SURA promueve dentro de sus empresas afiliadas. Uno de los aspectos básicos gira en torno a fortalecer en todo el personal los valores que nos hacen buenos ciudadanos dentro y fuera de las vías; en otras palabras a seguir alimentando la cultura del cuidado.
En este proceso, la observación de los comportamientos de sus trabajadores es un punto vital para el desarrollo de un acertado plan de formación. Investigue, por ejemplo:
¿Cómo llegan sus empleados a los puntos de trabajo?
 En transporte público, a pie, en vehículos particulares (moto, carro, bicicleta).
Sus vehículos particulares tienen las llantas lisas, las luces dañadas, los retrovisores quebrados.
Los trabajadores que tienen moto utilizan botas de seguridad al manejar o emplean chanclas y tacones.
Llegan a las carreras justo a tiempo o serenos y con cinco minutos de anticipación.
Se les ve a menudo colgados de las puertas de busetas y colectivos.
Poco utilizan el puente peatonal que está cerca y no esperan a que el semáforo cambie.
Se quejan por la implementación de medidas de tránsito como las fotomultas.
El conocimiento de las actuaciones del personal le dirá qué tanta conciencia con inteligencia vial tiene su compañía. A propósito se ha preguntado: ¿Cómo llegan los insumos a su empresa?, ¿Cómo llegan sus productos y servicios al consumidor final?, ¿Qué tanto está impactando la gestión del riesgo de tránsito en la productividad de su empresa?, ¿Los tiempos de entrega record que promete su compañía ponen en riesgo la seguridad vial de la ciudad?
Temas claves
“Ceguera o acostumbramiento de la velocidad”
Es habitual que los conductores expresen frases como “no me di cuenta a qué horas me subí de velocidad” y es poco común escucharlos decir que cada 5 minutos están revisando el velocímetro.
Ilústrelos sobre las distancias mínimas que necesita un vehículo para frenar a diferentes velocidades, por ejemplo, un conductor que va a 60 km/h se tarda aproximadamente 2 segundos, equivalentes a 17 metros, entre el momento en que detecta un peligro y empieza a frenar, más otros 17 metros para detenerse totalmente.
Organice una actividad lúdica en la que sus trabajadores dramaticen qué tantas cosas suceden en 34 metros de una vía.
“Somnolencia o embotamiento”
La fatiga reduce la capacidad de reacción. Recuérdeles realizar paradas cada 2 horas o 200 kilómetros para realizar ejercicios de estiramiento que les ayuden a desentumecer los músculos, a reactivar la circulación sanguínea y a oxigenar el cerebro.
Apóyese en el software de pausas activas que encuentra en la sección de descargas de www.arlsura.com
“Celular = distracción visual y mental”
El uso del celular, así sea con manos libres, sigue siendo uno de los factores que más influye tanto en la accidentalidad vial, como en los incidentes que se presentan en las aceras con los peatones. Entre otras actividades puede programar, en un sitio a campo abierto o con el uso de colchonetas, simulacros en los que sus empleados recorran con los ojos vendados determinados espacios con barreras en el camino.
“De papá o empleado responsable a ogro en las vías”
Reflexione con sus trabajadores sobre la importancia de llevar a las vías y a las aceras los mismos valores que nos caracterizan en la vida diaria. Aborde el tema desde la importancia de ser un buen líder para los familiares, por ejemplo, de poco sirven todos los consejos que se le dan a los hijos de mantener la calma en momentos de rabia, si cuando vamos en el carro nos pegamos del pito.
La activa participación del personal en los procesos de diagnóstico, capacitación y evaluación de la gestión del riesgo de tránsito es la llave para pasar a la Conciencia con Inteligencia Vial.
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Artículo desarrollado con el apoyo de María Elena Arango, Asesora ARL SURA en prevención vial. 